La nave Soyuz MS-23 viaja vacía a la Estación Espacial Internacional para su misión de rescate
El aparato ha despegado desde el cosmódromo de Baikonur en modo automático.
La nave Soyuz MS-23 : La nave que originalmente iba a traer de regreso a la Tierra a los astronautas aún servirá de cápsula de rescate durante un mes
Despegue de la nave Soyuz MS-23 hacia la Estación Espacial Internacional para traer de vuelta a los astronautas atrapados desde diciembre
La operación para traer de vuelta a los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) ha comenzado.
La nave Soyuz MS-23 despegó esta madrugada desde el cosmódromo ruso de Baikonur, en Kazajistán.
El cual deberá alcanzar la plataforma orbital el próximo día 26.
El aparato, que sustituirá al transporte original de los ocupantes de la ISS tras el impacto de un meteoroide.
Además de que viaja en modo automático y no dispone de los aparatos para ser dirigido a distancia por un operador.
“Si no se acopla al primer intento, será al segundo”, ha explicado el jefe del segmento ruso de la estación, el veterano cosmonauta Vladímir Soloviov.
La misión ha sido preparada al detalle y se han realizado pruebas hasta la extenuación. La Soyuz MS-23 sustituirá a la Soyuz MS-22.
Esto que en diciembre sufrió una fisura “del tamaño de la cabeza de una cerilla”, según Soloviov.
Así como por el impacto de un objeto externo a una velocidad de siete kilómetros por segundo.
Al igual que algo menos que los 7,6 kilómetros por segundo que alcanza la ISS.
Las naves de carga Progress cubren sus rutas de forma automática y cuentan con equipamiento para ser redirigidas por un teleoperador.
Sin embargo, las Soyuz no cuentan con este último sistema, aunque se puede desplegar a costa de numerosas pruebas adicionales.
El regreso de la tripulación en su nave original, los rusos Dmitri Petelin y Serguéi Prokopiev, y el estadounidense Frank Rubio, era peligroso.
Después de hacer pruebas, “el control de la temperatura parecía catastrófico”, cuenta Soloviov en un vídeo difundido por la agencia espacial rusa.
Por ende, Roscosmos, donde respondía todas las dudas sobre esta misión.
“La temperatura subía rápido a 60 y 70 grados. Como comprenderán, no hay por qué hornear a tres personas”.
El cual agregaba el antiguo cosmonauta, que también resaltó que algunos instrumentos sensibles.
Así como que podrían fallar al superar los 40 o 50 grados en el regreso a la Tierra.
El descubrimiento de aquella fisura “sucedió en un momento terrible e incómodo”, relata el jefe de la parte rusa de la ISS.
“Teníamos una salida al espacio abierto. Los cosmonautas no solo se habían puesto los trajes espaciales”.
El cual se encontraban en la cámara de descompresión y había sido despresurizada”, recuerda Soloviov.
Las cámaras mostraron de pronto una fuga de líquido de la MS-22. El meteoroide había roto su sistema de refrigeración.
“Vimos por la información telemétrica que la presión, en vez de ser normal, bajaba y bajaba, en cuatro o cinco minutos era cero”, señala Soloviov.
Los astronautas regresaron a la estación, que sirvió como “refugio”, y en la Tierra se formó una gran comisión para analizar lo sucedido.