Aunque no le creas esto se puede salir de control en el mundo, y se dice que que tal vez ya estamos viviendo en una simulación creada por una civilización más avanzada.
Desde 1990, investigadores han empleado simulaciones con computadoras, esto para intentar responder preguntas acerca del mundo: ¿De qué manera afectará el cambio climático? ¿Qué sistemas políticos son los más estables? ¿Cuáles son las causas de la guerra? La calidad de estas simulaciones es variable ya que está limitada por la capacidad de las computadoras modernas para imitar la enorme complejidad de nuestro mundo.
El insólito caso de vivir en una simulación
Pero ¿qué tal si un día las computadoras se volvieran muy potentes, y estas llegaran a tal grado que creyera estar realmente vivas? ¿Y qué tal si esto ya sucedio? En el año 2003, Nick Bostrom es un filósofo el cual planteó un ingenioso razonamiento donde dice que tal vez ya estamos viviendo en una simulación creada por una civilización más avanzada.
Si la mayoría de las personas son simulaciones, hay buenas probabilidades de que nosotros seamos simulaciones. Nuestro mundo quizás sea parte de un proyecto de investigación creado para estudiar la historia de la civilización.
Como ha explicado el físico George Smoot: “Si eres antropólogo/historiador y quieres entender el ascenso y la caída de las civilizaciones, entonces tienes que realizar muchísimas simulaciones en las que participen millones o miles de millones de personas”. Tal vez suene extraña la teoría de que estamos viviendo en una simulación de computadora, pero esta ha encontrado algunos partidarios.
Los detalles son complejos, pero la idea básica es sencilla: algunas de las simulaciones de nuestro cosmos hechas en las computadoras actuales producen anomalías; ejemplo, hay fallas reveladoras en el comportamiento de los rayos cósmicos. Los físicos sugirieron que al observar con más atención los rayos cósmicos de nuestro universo, podríamos detectar anomalías comparables, lo cual sería una prueba de que vivimos en una simulación.
Hasta ahora no se ha realizado ninguno de estos experimentos, y esperemos que nunca se hagan. Para llevar a cabo estos experimentos podría ser una idea catastróficamente mala… una que podría originar la aniquilación de nuestro universo.
Este campo de investigación académica está plagado de especulación e incertidumbre, pero una cosa es segura: si los científicos siguen adelante con estos experimentos de simulación, los resultados serán muy poco interesantes o espectacularmente peligrosos. ¿De verdad vale la pena el riesgo?
