El ministro de Asuntos Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren, agradeció este martes al Gobierno de México el envío de ayuda humanitaria a los damnificados por los graves incendios que han segado la vida de más de 130 personas en la región de Valparaiso, la primera que llega al país desde que el viernes se desatara la mortal cadena de llamas.
Expresar en nombre del Gobierno de Chile nuestro profundo agradecimiento por el envío de esta ayuda solidaria por parte de un país hermano que siempre ha estado tan cerca de Chile como lo es México, la verdad es que este gesto del presidente (Andrés Manuel) López Obrador de enviar dos aviones con despensas, víveres, alimentos es notable y refleja la estrecha relación que existe entre nuestro país”, afirmó.
“Nosotros sabemos que México siempre está muy cerca de nosotros y la verdad es que este avión contiene nada menos que 11 toneladas de alimentos necesarios indispensables para atender las necesidades de la población en la región de Valparaíso, afectada por estos terribles incendios.
En este sentido, Van Klaveren destacó que están recibiendo ofertas de ayuda extraordinariamente relevante, por ejemplo, el caso de la Unión Europea, que ha facilitado el uso del sistema Copérnico para entregar imágenes no solamente de la región, hoy más afectada por los incendios, sino que también por otros lugares donde hay focos de incendio que obviamente hay que ir monitoreando cuidadosamente”.
“Estamos también recibiendo la asesoría de expertos de los Estados Unidos en el combate al fuego. Estamos también recibiendo ofertas extraordinariamente generosas de otros países hermanos. Está el caso de Argentina, el caso también de Colombia, de Perú, de Canadá, de España. Y estamos evaluando exactamente las necesidades específicas y también las modalidades de ayuda”, afirmó.
El canciller precisó, no obstante, que para que sea más efectiva esa “ayuda internacional que vayamos recibiendo tiene que ser escalonada, tiene que ser gradual porque obviamente implica también desafíos del punto de vista logístico. Y lo que interesa es que aquellos elementos que nos envían puedan llegar lo más pronto posible a quienes más lo necesitan”.
Los incendios empezaron el viernes en la mañana y se propagaron rápidamente debido a las fuertes rachas de viento que corre en la zona y a las temperaturas extremas de la última semana.
La alta densidad poblacional en terrenos de difícil acceso, sumada a la prolongada sequía en Chile dificultaron las tareas de extinción.
Hasta ahora, y según el último registro de la Corporación Nacional Forestal, los fuegos han calcinado casi 10.000 hectáreas en la región porteña.