Hacer terror es una experiencia extrema. El mundo enfermo y triste le ha quitado la sensibilidad al público y subgéneros en manos de cineastas extremos como Damian Leone con Terrifier han elevado las expectativas.
Poco a poco, la inocencia del espectador se ha visto consumida. Y de cara al estreno de Baghead: Contacto con la muerte, Excélsior cuestionó al cineasta Alberto Corredor el llevar a la gente al interior de sus peores miedos, cuando tantos factores influyen.
El terror es lo que es y yo lo hago porque me encanta. Cada vez se vuelve más complejo hacer historias que sorprendan a la gente por todo lo que vemos y escuchamos en el mundo.
Para mí, hacer algo que sea diferente, porque a lo mejor las historias o las tramas son parecidas, se trata de arriesgarse y la posibilidad de fallar, pero tener algo completamente innovador es lo que tratamos de hacer con Baghead”, explicó durante su visita en la Ciudad de México para promover su producción, disponible desde hoy en cines de todo el país.
Iris, interpretada por Freya Allan, descubre un legado inesperado después de la muerte de su padre, encarnado por Peter Mullan. Una antigua taberna en ruinas se convierte en el escenario de su herencia, pero lo que ella no sabe es que, al firmar las escrituras, se vinculará a una entidad siniestra que acecha en los sótanos del bar: Baghead, una criatura que cambia de forma y le permitirá hablar con aquellas personas que ya no están. Desafortunadamente, todo tiene un costo.
Durante la charla también se contó con la presencia de Freya, la actriz británica que se alzó como la valiente Ciri en The Witcher, la serie de Netflix que protagonizó junto a Henry Cavill y pronto lo hará con Liam Hemsworth.
A sus 22 años, el escepticismo puede ser parte de su personalidad, sin embargo, como todo ser humano hay límites que su imaginación no puede rebasar, así que Iris es una mujer que la ha retado en muchos sentidos.
Definitivamente soy un ser humano al que le asustan ciertas cosas. Creo que lo que hice en The Witcher es una de las cosas más fuertes en las que he participado, porque había muchos elementos que debía tener en cuenta, pero aquí tuve que imaginarme y llevar al límite de la mente la imagen de esa criatura, sobre todo por que es un personaje peculiar y diferente.
Pero mi personaje también es muy particular: una chica rebelde que tiene que explorar estos dos mundos de lo que hablaba Alberto y es muy interesante. Ella no es que sea escéptica, sino que también busca las oportunidades para tener una mejor vida, siente que es especial, porque tiene conexiones extrañas y en realidad nunca ha tenido mucho control sobre todo eso”, compartió Allan.
Corredor, quien también es responsable de la película La mujer del saco, sabe que el género no es algo sencillo, adentrarse en la psicología de las personas y jugar con ella de una manera distinta exige esfuerzos que no todos están dispuestos a tomar.
En el terror sería muy sencillo seguir las tendencias que se han creado del género: los jump scares (saltos), la tensión y los sufridos clichés, pero para mí era importante llevarlos a los sitios específicos en los que se desarrolla la historia.
También tener personajes con los que la gente se pudiera relacionar y tuvieran algo en común, así que tratamos de balancear el mundo real con sus problemas y el fondo del sótano en donde vive este personaje que espera salir de sus peores pesadillas”, explicó.
Baghead: Contacto con la muerte le permitió a Allan cuestionarse todo lo que un horrohead piensa al ver una película de terror, en especial cuando una scream queen toma decisiones tan raras como bajar a un sótano sin luz, sola y en medio de la noche.
Corredor jugó con los misterios de un espacio y la identidad oculta de una criatura que esconde su horripilante rostro detrás de una bolsa de tela vieja.