🔸 Las autoridades rescataron 65 animales que vivían en condiciones extremas y pusieron al descubierto un foco de riesgo sanitario en la capital oaxaqueña

#OAXACA | Un operativo de autoridades municipales y organizaciones protectoras de perros ha puesto al descubierto un escalofriante caso de crueldad y riesgo sanitario en Oaxaca.

Las fuerzas del orden desmantelaron un rastro clandestino donde se sacrificaban a los caninos para la venta y consumo humano. Durante la intervención, se logró rescatar a 65 perros que se encontraban en condiciones deplorables.

Las autoridades realizaron el aseguramiento en la zona metropolitana de la capital oaxaqueña, después de una denuncia ciudadana que alertó sobre las actividades ilícitas y la presencia de perros hacinados.

Al ingresar al lugar, las autoridades se encontraron con una escena que confirmó las peores sospechas. Además de los 65 perros vivos, se hallaron restos óseos y evidencia de sacrificio ilegal.

El rastro clandestino demostró ser un centro de confinamiento y un sitio dedicado a la matanza de los perros, cuya carne era presumiblemente comercializada a través de canales informales. Esto representa un foco de infección y un serio peligro para la salud pública.

Una persona fue detenida e identificada como la presunta responsable de operar el rastro clandestino y de llevar a cabo tanto el sacrificio de los perros como la posterior distribución de la carne.

El detenido fue puesto a disposición del Ministerio Público. Enfrentará cargos por delitos de crueldad animal y delitos contra la salud pública.

Los 65 perros que sobrevivieron al rastro clandestino presentaban condiciones extremas de hacinamiento, desnutrición severa y signos de haber padecido maltrato físico y negligencia.

Después del aseguramiento, las autoridades trasladaron y entregaron los animales a diversas organizaciones de la sociedad civil y refugios locales.

Estas organizaciones enfrentan ahora el enorme desafío logístico y económico de proveer atención veterinaria urgente, alimentación especializada y un proceso de rehabilitación integral, tanto física como psicológica, para cada uno de los perros.

Este macabro caso de Oaxaca no solo visibiliza el tráfico ilegal de carne, sino que resalta la necesidad de reforzar la vigilancia sanitaria y penalizar con la máxima severidad a quienes explotan y abusan de los perros.

La movilización ciudadana y de las protectoras es fundamental para garantizar que los responsables enfrenten la justicia y que se evite la repetición de estas prácticas atroces en el estado.