Que la tecnología cada vez tiene más peso en las inversiones empresariales es un hecho.
Empresas: sin embargo, que ya casi supone el 40% del presupuesto es una realidad que pone de manifiesta la importancia.
Por ende, en algunos casos, incluso por encima de otras áreas como el marketing.
Una y otra vez vemos como el presupuesto tecnológico aumenta en las empresas año tras año.
Las pymes, ejemplo, esperan aumentar un 70% sus inversiones en tecnología para responder a las demandas de clientes en un mercado cada día más competitivo.
Pese a la revuelta situación económica, se espera que este año se alcance el 1,8 billones de dólares en el entorno de la transformación digital.
Y justamente un nuevo informe nos vuelve a poner la misma realidad sobre la mesa.
El estudio de Ipsos para Tenerity que entrevistó a perfiles de grandes empresas de sectores como:
Banca, Telco, aseguradoras, utilities, Retail, Distribución, Fintech e Insurtech revela que estas empresas dedican hasta un 40% del presupuesto global a la tecnología.
Así, todas las compañías admiten haber aumentado su presupuesto e inversión en tecnología para la gestión de clientes en los últimos años.
Ademas de actualizar o mejorar las tecnologías existentes en la casa.
Actualmente la aprobación de los planes depende en su mayoría del Comité de Dirección o de los CEOs.
De cara a la implementación y medición, queda en manos de los departamentos de I+D, Innovación, Marketing o Growth, áreas de Estrategia del Dato.
Sin embargo, para la incorporación específica de desarrollos de Inteligencia Artificial o de Machine Learning el liderazgo lo asumen:
I+D, Tecnología, Estrategia del Dato, Analytics, Data Science, ingenieros, CTO, Operaciones, etc.
En este camino de la implementación de la tecnología, es clave acertar en las estrategias.
Los principales aspectos que se tienen en cuenta es el impacto en el negocio.
Así como la mejora de la cuenta de resultados, su foco 360º en el cliente, aportación de valor y maximizar el valor al cliente.
Ademas de estar aumento de la vida media del cliente, capacidad que ofrece su aplicación para acertar con lo que necesita o desea el cliente.
O bien en mejora de la recomendación, personalización, escalabilidad, automatización, reducción del churn o mejora de calidad en los equipos.
Asimismo, las corporaciones fijan unos objetivos a corto y largo plazo y se realizan mediciones continuas en todos los indicadores.