Todas las tardes de toros nos dejan una huella especial.
D’Guadiana: Por ende, la tarde de este viernes en la Corrida de la Independencia será una de las más recordadas por la afición zacatecana.
Un encierro del hierro de D’Guadiana que dio una nota muy alta a sus criadores:
Al ingeniero Armando Guadiana y a su fiel escudero en esta travesía de la crianza de toro de lidia, Héctor Saucedo.
Qué gran tarde nos regaló una ganadería con historia que guarda en su legado el nombre de Jesús Cabrera.
Los toros, la materia prima, funcionaron a cabalidad y cumplió con creces, exceptuando el segundo y quinto, éste, el de menos juego de todos.
Pero qué sería del juego de los toros sin tres toreros que nos confirmaron que en México tenemos una sólida cantera.
Así como de Juan Pablo Sánchez, Arturo Saldívar y Sergio Flores, nos regalaron una tarde de toros que perdurará.
Por ende, nos confirma que en nuestro país tenemos gallos de auténtica pelea.
La salida a hombros correspondió a Juan Pablo Sánchez (dos orejas) y a Arturo Saldívar (dos orejas en el de regalo).
Esto, mientras Sergio Flores cortó una oreja a ley en su primero, no teniendo opción alguna con su segundo.
“Ganadero”, de 467 kilos, primero de la tarde para Juan Pablo Sánchez que tuvo un buen saludo capotero al recrearse por verónicas.
Brindis al respetable y comienzo de faena en los medios por el pitón derecho, corriendo la mano ante la nobleza que mostró el de D’Guadiana.
Temple y clase aquilatados en una faena donde la nota alta fue firmada por la diestra en los primeros pasajes.
Por el izquierdo, largo y profundo con exquisitez y mando, que largo fue el trazo de Juan Pablo.
El cual estaba acompañando, roto completamente y fundiéndose ante las buenas embestidas del astado.
El toreo redondo, pausado, a ritmo, y un cambio de mano que quedará en la posteridad. Rubricó al primer viaje y cortó una oreja.
El cuarto de la lidia ordinaria fue Cerezo de 469 kilos, cárdeno, paliabierto, astifino al que Juan Pablo toreó con cadencia por verónicas.
En la faena una vez más, su pulso y mando. Toreó a cámara lenta al natural, también por el pitón derecho, con parsimonia.
La madurez que va en su cuerpo no la mostró de la mano de sus conocimientos de la lidia de los toros.
Con esto, Sánchez no obliga a los toros.
Esto, por el contrario, le da su aire, su tiempo, y por eso, resultó una faena tan importante.
Mató al primer viaje y cortó una oreja.
El segundo de la tarde, Tichin, de 497 kilos, para Arturo Saldívar que dejó una faena poderosa, estando muy por encima, y siendo aplaudido.
Lo mejor para Saldívar llegó con el cierra plaza de nombre Tequila con el que consiguió emocionar.
Ademas de hacer vibrar a la afición en los tendidos de la Monumental Zacatecas.
El torero de Aguascalientes comenzó su faena de hinojos, para después correr la mano por pitón derecho.
Con esto, por el izquierdo firmó los naturales largos y templados, pases en redondo, los molinetes, las manoletinas.
Por ende se culminó la labor mediante un estoconazo, que le valieron los dos apéndices.
El toro mereció el arrastre lento y Saldívar conquistó dos orejas.
Lo cual está dando la vuelta al ruedo con el ganadero Armando Guadiana Tijerina, y su hijo, Armando Guadiana.
Nuecero, tercero de la tarde para Sergio Flores que toreó con mando desde el saludo capotero, elegante por verónicas.
Así como del remate con pintureria soltando la punta del capote.
Una faena muy inteligente la que firmó Sergio Flores cuajando muletazos de calidad, muy templados, brotando la naturalidad de su toreo.
Faena por ambos lados, la muleta con mando, templada, gran estocada para cortar una oreja.
El número 81, se llamó Alfarero de 470 kilos, que fue protestado por la gente, debido a las condiciones del ejemplar.
Por ende, Sergio Flores, no tuvo tela de donde cortar, por lo que abrevió (D’Guadiana ).
